Filadelfia, una película para reflexionar

 

Hoy hablaremos (bueno hablaré, pero me gusta fingir que los estoy incluyendo) sobre la película Filadelfia. Si no están en contexto (como yo hace unos días que no sabía ni de su existencia), fue muy famosa en los 90’s, estrenada justo en el momento en el que tanto la homosexualidad como la enfermedad del SIDA eran uno de los mayores tabúes de la época, esta película nos narra una historia en la que estos temas son tratados desde el punto de vista de la discriminación y la ignorancia.

De por si por si solos estos temas son bastante delicados, esta producción se atreve a darle visibilidad, arriesgándose, pues para una sociedad claramente conservadora como lo era la estadounidense en aquella época era mucho mejor pasarlos por desapercibidos, sin embargo, logró darle un gran giro a la forma de abordar estos temas en el mundo cinematográfico (lo cual conlleva una grandísima responsabilidad).

Fue una película decisiva para la carrera de todos sus protagonistas, Tom Hanks después de esto dejó de ser considerado el actor de comedias, para Denzel Washington fue uno de sus papeles más aplaudidos y para Antonio Banderas fue el impulso a su carrera en Hollywood. Al verla te das cuenta de la maravilla de actores que son cada uno pues puedes sentir el dolor, el estrés, la decepción que sienten los personajes, logran transmitir todo esto en la pantalla.

Bueno, ¿pero y como logra volverse una película tan fundamental en la historia del cine? La historia que nos presenta el director Jonathan Demme habla sobre la exitosa vida del abogado Andrew Beckett, a punto de volverse socio de una prestigiosa firma de abogados en la ciudad de Filadelfia, un profesional de excelencia, abogado experto y conocedor, a quién de pronto la vida le cambia por completo al empezar a enfermar y enterarse que tiene SIDA. Sus jefes al darse cuenta de esta situación lo despiden argumentando que su desempeño es peor que insuficiente (basándose en un montaje de irresponsabilidad que ellos mismos crearon) para cubrir la verdad, que están aterrados por su enfermedad, disgustados por sus preferencias sexuales y que estaban cometiendo un terrible acto de discriminación.

Andrew decide luchar por sus derechos y quiere demandar a la que alguna vez fue la empresa por la que se desvivía, sin embargo, visitó 10 abogados que rechazaban uno tras otro su caso ¿la razón? El miedo tanto a enfrentar a la firma más poderosa de la ciudad, pero principalmente a su enfermedad. Toda esta situación lleva a Andrew a visitar a otro famoso abogado Joe Miller, quien abiertamente admite que es homofóbico y también está completamente desinformado de la incurable enfermedad, claramente este al principio lo rechaza sin dudarlo, argumentando lo mismo que los otros, que realmente no ve un caso, pero al ver como Beckett está completamente decidido a seguir adelante con la demanda, así sea por sí solo, y es testigo de cómo lo discriminan hasta en la biblioteca decide ayudarlo, claro que a su manera y todavía reacio a sus ideas homofóbicas.


A partir de esto la trama se desarrolla entorno a el juicio el cual es largo, tortuoso para Beckett y que muestra realmente como la sociedad prefería hacerse de la vista gorda a admitir que la situación de discriminación que tenían enfrente, a como Andrew cada vez se va debilitando más y más por el SIDA mostrando los diferentes matices de la enfermedad de la cual en ese tiempo no se tenía mucha información, como va afectando a su pareja (la cual se mantiene a su lado durante toda la enfermedad, a pesar de que sabe que Andrew la contrajo debido a que le fue infiel) a su familia y a sus amigos, y finalmente a el avance en la relación entre estos dos protagonistas completamente diferentes y contrastantes, como poco a poco Miller va cambiando sus ideas, aceptando que sus opiniones, ideas o preferencias no deben ser universales, y como al ir conociendo más a fondo a Beckett y su entorno entiende que no es un monstruo o algo antinatural, sino su igual, al punto de que llegan a desarrollar una amistad que lo inspira a dar lo mejor de él para ganar el caso y hacer realmente justicia (algo muy difícil pues era cambiar el punto de vista casi de una sociedad completa).

Sin duda una película que se adentra en ti, que te hace reflexionar muchísimo y que no pasa para nada desapercibida, claramente una película decisiva y progresista para su época pero que en mi opinión tomó dos temas controversiales y logró una mezcla no solo conmovedora sino fundamental para el avance y entendimiento de estos mismos dentro de la sociedad y época en la que fue lanzada.

A continuación, les dejo 3 videos (realmente no pude elegir solo uno) de escenas en las que podemos entender y apreciar por qué fue y es una gran película. De verdad que si no la han visto es una película que vale cada minuto de su atención.



Escena del alegato inicial de Joe Miller. 


Escena de interrogatorio a Andrew Beckett, donde le piden mostrar las heridas en la piel causadas por su enfermedad.


Escena de interrogatorio a Andrew Beckett en el que le preguntan qué es lo que le gusta de su profesión.


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